Comunicado realizado por la Educere (Chile), Fútbol Más (Chile), Gurises Unidos (Uruguay) y la Asociación Civil Andar en el marco del Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, 6 de abril.
Celebramos este día en todo el mundo, entendiendo al deporte como todas las formas de actividad física que contribuyan al buen estado físico, el bienestar mental y la interacción social. Entre estas formas de actividad física se incluye: el juego, la recreación, el deporte organizado, informal o de competencia; y los deportes y juegos autóctonos. Sin embargo, si ponemos la lupa sobre lo que en realidad sucede, tenemos la enorme tristeza de ver como los indicadores de desigualdad social empeoran en América Latina.
Tomando datos de la CEPAL, la evolución de la pobreza infantil en América Latina y el Caribe, revela que en 17 países de América Latina 40,5 % de los niños, niñas y adolescentes (70,5 millones) se encuentran en situación de pobreza y 16,3% en la extrema pobreza (28,3 millones), según datos de 2011. Es decir, uno de cada seis niños es extremadamente pobre en la región, En tanto, en Argentina, Chile, y Uruguay, un 19,5% de los niños se encontraba en situación de extrema pobreza.
Para Unicef, en Argentina, la situación económica en la niñez y adolescencia, 5.5 millones de niños y niñas están por debajo de la línea de pobreza. El 8,6% de los niños y niñas argentinas no tiene para comer. Si hacemos foco en la situación general, el informe revela que el 48% de los niños y niñas argentinas sufre al menos una privación de alguno de sus derechos fundamentales. Esta situación es alarmante.
En Chile, UNICEF, advierte que 907.711niños, niñas y adolescentes viven en situación de pobreza multidimensional. Un alto porcentaje de los niños, niñas y jóvenes, se encuentra en situación de vulneración de derechos y el Estado presenta reiteradas condenas de ONU por maltrato y violencia contra niñas y niños.
En Uruguay, la pobreza está concentrada en la niñez y en la adolescencia, según un estudio publicado por Unicef Uruguay. El 90% de las personas en situación de pobreza está conformado por familias con niños, niñas y adolescentes, siendo un 48% el porcentaje de menores de 18 años que se encuentran en esta situación, sufriendo múltiples vulnerabilidades en cuanto al ejercicio de sus derechos.
En este contexto, hablar de deporte, hablar de fútbol, pareciera ser un lujo. El derecho al acceso al deporte y acceder a su participación, en este contexto, es presentado como un privilegio. Ahora bien, detengámonos un instante a reflexionar este concepto, lo que se muestra como un privilegio, como un lujo, “el derecho del niño a jugar”, es una alternativa para resolver conflictos. Por el contrario, el derecho al deporte, poder jugar al fútbol, por ejemplo, es acceder a un sinfín de aprendizajes pilares del desarrollo y la paz. Promover oportunidades de participación a todos los grupos étnicos y sociales con independencia de su género, edad, capacidad o cultura en espacios seguros de plena inclusión es el medio ideal para concientizar sobre procesos de paz, tolerancia y convivencia pacífica.
A partir de nuestra experiencia podemos afirmar categóricamente que el deporte es un medio indispensable para generar conciencia sobre los entornos limpios y seguros al aire libre, mejorar nuestra salud y prevenir una centena de enfermedades asociadas a la mala alimentación y al sedentarismo, contribuye al mejoramiento del bienestar mental, el autoconocimiento del cuerpo y el incremento de la autoestima. Sabemos también del potencial del deporte como motor del desarrollo económico. Por otro lado, como lo demuestra el proyecto de la Asociación Civil Andar Escuela de Fútbol Inclusivo, el desarrollo deportivo asociado al rendimiento escolar y enfocado en la resolución de problemas que se generan en espacios áulicos, contribuye al mejoramiento del rendimiento en todas las disciplinas, no solo a la educación física en particular.
El desarrollo de propuestas de Fútbol 3 en Uruguay, como lo hace Gurises Unidos, y también Fútbol Más y Educere con su programa EDUGoL en Chile, ha permitido trabajar en el desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes a través del fútbol como una herramienta lúdica y socioeducativa, propiciando el liderazgo juvenil, así como el empoderamiento y el pleno ejercicio de sus derechos.
Entonces, volvamos al principio: ¿qué significa celebrar el Día del Deporte por el Desarrollo y la Paz? En un contexto donde la desigualdad aumenta y los niveles de violencia social se hacen insostenibles en algunas comunidades, celebrar el deporte para el desarrollo y la paz es comprometerse con las organizaciones de base que los llevan adelante, es apoyar a los líderes sociales que desde cada barrio, desde cada proyecto social, han hallado en el deporte en general, pero en el fútbol en particular, un vehículo hacia la construcción de una sociedad más justa, con lazos menos violentos y donde se sientan las bases para un desarrollo sostenido y sostenible.
Por todo ello, este 6 de abril, vamos brindar por todas las organizaciones que creen que otro mundo es posible.
#MoreThanFootball
#IDSDP2019
#nesLatamXDeporteYPaz
Educere, Chile; Fútbol Más, Chile; Gurises Unidos, Uruguay & Asociación Civil Andar, Argentina.
Fuentes:
Unicef (2003): Deporte para el Desarrollo y la Paz. Madrid, España. Disponible en: https://bit.ly/2FZRXzA
Unicef Argentina (2019): Los efectos de la situación económica en la niñez y adolescencia en Argentina. Disponible en: https://uni.cf/2UwOTms
Unicef Chile (2017): Niños, niñas y adolescentes en Chile. Disponible en: https://bit.ly/2uKga6v
FIFA (2018): La FIFA celebra el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz (Nota de prensa). Disponible en: https://bit.ly/2OQHEk3
Unicef Uruguay (2017): Poner fin a la pobreza infantil en Uruguay. Disponible en: https://bit.ly/2UCGvSJ